Se trata de una técnica de ingeniería social tan antigua como Internet, por lo que no es de extrañar que los estafadores de apuestas también utilicen el phishing para lograr sus objetivos. El truco consiste en hacerse pasar por un casino o una empresa de apuestas legítimos y persuadir a la víctima para que entregue sus datos personales y/o financieros, o le proporcione los datos de acceso a su cuenta.
Estos mensajes -enviados por correo electrónico, redes sociales, aplicaciones de mensajería- pueden contener promesas de ofertas especiales, diseñadas para atraer a la víctima, o fingir que hay problemas en la cuenta, y pedir a la víctima que rellene sus datos datos de acceso). Como siempre, el sentido de urgencia para usado para inducirte a que actúes sin pensár bien antes.
La FTC advirtió recientemente de la creciente amenaza de un tipo específico de estafa laboral en línea en la que se contacta con las víctimas para ofrecerles trabajo, normalmente a través de mensajes no solicitados en WhatsApp o similares. Los estafadores prometen trabajo fácil en tareas vagamente redactadas, como «optimización de aplicaciones» o «promoción de productos», en las que se les dice que recibirán dinero a cambio de que les gusten productos valorados a través de una aplicación especializada. Incluso pueden recibir una pequeña suma como supuesta prueba de que el plan es legítimo.
Sin embargo, al poco tiempo, los estafadores piden a sus víctimas que inviertan su propio dinero en la estafa para poder completar la siguiente serie de tareas. Una vez que lo hacen, el dinero se pierde para siempre. Según los informes, las pérdidas alcanzaron los 220 millones de dólares sólo en los seis primeros meses de 2024. Aunque no se trata estrictamente de una estafa de apuestas, el elemento de gamificación se ha descrito como «casi como el juego».
No todos los casinos online son iguales. De hecho, algunos no son más que una tapadera para actividades fraudulentas. Pueden ofrecer enormes bonos de bienvenida, grandes ganancias y tiradas gratis ilimitadas para atraer a sus víctimas. Estas ofertas pueden promocionarse mediante anuncios en línea o correos electrónicos/textos/mensajes sociales de spam. En realidad, descubrirá que estas promesas demasiado buenas para ser ciertas no resisten el escrutinio. A menudo, la letra pequeña le impedirá aprovecharse o cobrar cualquier ganancia sin perder algo usted mismo.
Los casinos malintencionados también pueden bloquear las retiradas con excusas técnicas o procesos de verificación de cuenta excesivamente largos. Incluso pueden desaparecer por completo después de robar suficientes depósitos de jugadores.
Las aplicaciones fraudulentas también son una forma cada vez más común de despojar a los jugadores de su dinero. Las víctimas se sienten atraídas por ellas a través de llamativos anuncios en Internet que prometen ganancias rápidas y sencillas. Pueden estar respaldadas por sitios web de phishing/falsos con reseñas falsas de la aplicación, algo fácil de hacer ahora en varios idiomas locales con herramientas de inteligencia artificial. En algunos casos, incluso se permite inicialmente a los usuarios ganar pequeñas cantidades, con el fin de aumentar su confianza y animarles a hacer apuestas más grandes. Cuando lo hagan, las ganancias se bloquearán y los estafadores desaparecerán.
También hay que tener cuidado con quienes afirman ofrecer consejos en línea. Los estafadores de apuestas pueden afirmar que tienen un sistema imbatible. También pueden decir que han sido expulsados de los sitios de apuestas digitales porque no paran de ganar, lo que les obliga a pasar sus consejos a apostantes como usted a cambio de un pago.
Pero, por supuesto, todo es mentira. A veces, estas estafas pueden proceder de fuentes inusuales, como un jugador de póquer de talla mundial que ahora se enfrenta a penas de cárcel tras prometer fraudulentamente acceso a «información privilegiada» para dar a los jugadores una ventaja ganadora.
Es similar al caso anterior, pero en este tipo de estafa el engaño comienza con el estafador buscando un grupo de personas interesadas en partidos arreglados, digamos unas 30. Primero, les pide un pago por adelantado y luego divide al grupo en tres: a 10 les dice que apuesten por un resultado, a otros 10 por otro y a los últimos 10 por el tercero. (En la mayoría de los deportes, solo hay tres posibles desenlaces).
Cuando finaliza el partido, los 10 que recibieron la predicción acertada creen que realmente apostaron en un partido amañado y sienten confianza para seguir apostando, esta vez con sumas más grandes. Mientras tanto, quienes perdieron son bloqueados por el estafador y quedan fuera del juego sin posibilidad de recuperar su dinero.
Para mantener a los estafadores a distancia, asegúrese de:
1) Utilizá solo plataformas de apuestas verificadas y autorizadas, con aprobación reglamentaria.
2) Sé escéptico ante cualquier oferta de grandes bonos y tiradas gratuitas ilimitadas, y lee siempre la letra pequeña: las ofertas de grandes bonos o tiradas gratuitas ilimitadas suelen llevar trampas ocultas.
3) Activé la autenticación multifactor (MFA) para añadir una capa adicional de seguridad a tus cuentas y proteger sus inicios de sesión de accesos no autorizados.
4) Nunca compartas información personal o financiera, sobre todo datos de acceso con ninguna persona.
5) Comprobá regularmente tus cuentas bancarias y de apuestas para detectar cualquier actividad inusual.
6) Mantenete lejos de los pronosticadores que se pongan en contacto por Internet, especialmente los que afirmen tener información privilegiada o acceso a partidos arreglados.
7) Ignorá los anuncios y personas vinculadas a nuevas cuentas de redes sociales; limítate a plataformas y personas con un historial creíble.
8) Descargá aplicaciones de tiendas legítimas (por ejemplo, Apple App Store y Google Play) y comprueba antes las calificaciones y reseñas de los desarrolladores.
Como cualquier actividad en línea, el juego conlleva sus propios riesgos. Apuesta de forma responsable y mantente a salvo.
6 estafas en apuestas online y cómo evitarlas