El ransomware es un tipo de malware que, al infectar un dispositivo, secuestra la información almacenada y exige el pago de un rescate para liberarla. Su nombre proviene de la combinación de las palabras ransom (rescate) y software. Originalmente, los atacantes pedían pagos por correo, pero hoy en día, las demandas de rescate se realizan de manera más sofisticada, utilizando criptomonedas o tarjetas de crédito.
En sus primeras variantes, el ransomware se distribuía en ataques masivos, pero con el tiempo los ciberdelincuentes comenzaron a enfocarse en ataques dirigidos. Esto implica estudiar en detalle los objetivos y explotar sus vulnerabilidades, lo que les permite calcular la cantidad máxima que una víctima puede pagar por el rescate. Así, los ataques de ransomware se han vuelto más peligrosos y difíciles de prevenir.
Para protegerse del ransomware, es fundamental entender sus dos formas más comunes: el ransomware de cifrado, que encripta los archivos en el sistema y hace imposible acceder a ellos sin la clave de descifrado, y el ransomware de pantalla de bloqueo, que impide el acceso al dispositivo hasta que se pague el rescate. Ambos tipos pueden causar grandes pérdidas de datos y tiempo, lo que hace esencial adoptar medidas preventivas, como mantener el software actualizado, utilizar soluciones de seguridad efectivas y realizar copias de seguridad periódicas.
El ransomware puede infectar una computadora de varias maneras, muchas de las cuales explotan la vulnerabilidad humana y las fallas de seguridad del sistema. Las principales formas de infección incluyen:
La forma más común de distribución de ransomware. Los atacantes envían correos electrónicos fraudulentos con archivos adjuntos o enlaces maliciosos que parecen legítimos para que abran archivos adjuntos o hagan clic en enlaces que llevan a la infección del sistema.
Los delincuentes explotan las conexiones remotas, como el Protocolo de Escritorio Remoto (RDP), para acceder a sistemas vulnerables que tienen contraseñas débiles o mal configuradas. Una vez dentro del sistema, el ransomware se puede implementar para cifrar los datos o bloquear el acceso.
El ransomware también puede propagarse aprovechando las vulnerabilidades de un software obsoleto o mal configurado. Esto puede ocurrir a través de sitios web comprometidos que redirigen a los visitantes a exploits, o a través de dispositivos USB infectados.
Los atacantes suelen utilizar Ingeniería Social para engañar a los usuarios para que instalen ransomware. Esto puede implicar la creación de mensajes convincentes que apelen a la curiosidad o el miedo del usuario, incitándolo a realizar acciones dañinas, como descargar software malicioso.
Además, se pueden llevar a cabo ataques dirigidos contra empresas y organizaciones específicas, con el objetivo de obtener acceso a datos confidenciales o interrumpir operaciones esenciales. Estos ataques pueden implicar técnicas más avanzadas, como la explotación de vulnerabilidades específicas del sistema o el uso personalizado.
La prevención del ransomware requiere un enfoque múltiple, que incluye concienciar a los usuarios sobre las prácticas informáticas seguras, actualizar regularmente el implementar soluciones de seguridad sólidas.
Nada puede garantizar la recuperación de archivos. Acceder a realizar el pago del rescate estimula la actividad delictiva e, incluso, puede motivar nuevos ataques al dar la señal de que se está dispuesto a pagar. Lo fundamental es tomar medidas preventivas e invertir en seguridad para minimizar los riesgos de un ataque.
La respuesta ante un ataque de ransomware depende de las medidas de seguridad previas. Si tenes una copia de seguridad actualizada, podes restaurar los archivos. Si no es el caso, evaluá si deseas arriesgarte a pagar el rescate, aunque esta opción no se recomienda. Protegerse del ransomware incluye tener copias de seguridad regulares y actualizadas.
Si tenes los conocimientos necesarios, podes analizar el malware con herramientas como VirusTotal para identificar su variante y buscar posibles soluciones de descifrado. Sin embargo, tené cuidado con sitios fraudulentos que pueden instalar más malware.
En algunos casos, herramientas como Recuva o ShadowExplorer pueden recuperar archivos si el ransomware utilizó métodos de eliminación inseguros, pero esto es menos efectivo contra las nuevas versiones de ransomware.
Tras el ataque, realizá un análisis para corregir vulnerabilidades y prevenir futuros incidentes. La prevención es la clave contra el ransomware.
Protección para usuarios hogareños
La forma más sencilla de protegerse del ransomware es instalar una solución de seguridad que bloquee vulnerabilidades, malware y sitios web peligrosos. Además, es fundamental mantener todas las aplicaciones y sistemas operativos actualizados, asegurándose de que se instalen los últimos parches de seguridad. Tener una copia de seguridad actualizada es clave para restaurar la información en caso de infección.
Los usuarios también deben ser cautelosos con los archivos adjuntos de correos electrónicos y enlaces sospechosos en la web. Los ciberdelincuentes a menudo utilizan correos falsos o sitios web fraudulentos para engañar a las víctimas. Además, cifrar archivos confidenciales, como fotos y documentos personales, puede evitar que sean extorsionados si son comprometidos.
Protección para empresas
Las empresas deben adoptar una seguridad por capas, combinando soluciones de antimalware, backups de seguridad y autenticación en redes. La clave para protegerse del ransomware es realizar un análisis de riesgos adecuado y aplicar medidas como la detección temprana de amenazas, monitorización constante y cifrado de archivos. Además, educar a los empleados sobre los riesgos y las mejores prácticas de seguridad es crucial.
Algunos consejos básicos incluyen:
1) Copia de seguridad actualizada: Tener backups desconectados o almacenados en la nube para restaurar datos rápidamente en caso de infección.
2) Soluciones de seguridad efectivas: Instalar antimalware y firewalls para prevenir y detectar ataques.
3) Cifrado de archivos: Usar herramientas de cifrado para proteger archivos importantes frente al ransomware.
4) Educación al personal: Informar y capacitar a los empleados para que reconozcan amenazas como correos electrónicos maliciosos y prácticas de ingeniería social.
5) Revisión de extensiones de archivo: Mostrar las extensiones de archivo para identificar posibles archivos maliciosos.
6) Escaneo de correos electrónicos: Configurar filtros de correo para bloquear archivos adjuntos maliciosos.
7) Desactivar RDP cuando no se necesite: Prevenir accesos remotos no autorizados que puedan permitir la entrada de ransomware.
8) Actualización constante: Mantener el software al día para corregir vulnerabilidades conocidas.
9) Políticas de seguridad claras: Crear y comunicar políticas de seguridad efectivas para todos los empleados.
Con estas medidas preventivas, tanto usuarios hogareños como empresas pueden reducir significativamente el riesgo de ser víctimas de ransomware.
Fuente: Welivesecurity
https://www.welivesecurity.com/es/ransomware/ransomware-que-es-como-funciona/
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